March 26, 2014 New Odio la información oficial
Un apunte rápido para hablar de la execrable tendencia a aceptar acríticamente las ”versiones oficiales” de las protestas callejeras de los últimos días, que incluyen la horrible costumbre de hacer titulares atribuyendo palabras a gente que no sabemos si las ha pronunciado o no, porque la cita se saca de una fuente más que dudosa. Me estoy refiriendo a cosas como las informaciones en las que se pone en boca de detenidos frases sacadas de los atestados policiales.
El caso más reciente es éste, relacionado con la huelga de estudiantes de hoy. El titular (en este caso de ABC): “Un grupo de 40 radicales se abalanza en la Complutense sobre seis policías al grito de ‘¡Vamos a matarlos, que son pocos!’”. Una frase que –leyendo el cuerpo de la información- es lo que dice el atestado policial que dijeron los “radicales”.
Un poco raro ¿no? Los “radicales” hablan como los personajes de las películas malas, que se dicen a sí mismos lo que van a hacer porque el director no tiene la pericia suficiente para comunicárnoslo con la acción. Es como si yo, antes de escribir este post, me dijera en voz alta: “Pues nada, a escribir un post, que tengo tiempo y me apetece hacerlo”.
El otro ejemplo reciente es el de uno de los detenidos tras los disturbios al final de la manifestación del 22M en Madrid. El titular nos dice que el chico dijo “Voy todo de subidón. Le tiré una piedra en la cabeza cuando estaba en el suelo”. Leyendo el cuerpo de la información, eso es lo que dice la policía que dijo el muchacho; no queda muy claro cómo registraron ese comentario (que es bastante más prolijo, por cierto) hecho supuestamente en medio del caos y la agitación de un conflicto callejero, pero ese “Voy todo de subidón” no es por nada, pero tiene toda la pinta de policía viejales inventándose jerga juvenil.
Y no es por dudar gratuitamente de la palabra de la policía: en los últimos días han demostrado que son unos mentirosos con el famoso caso de la “muleta-espada” que han ido vendiendo como un arma incautada durante la manifestación del 22M, cuando en realidad había sido requisada un día antes a una persona que nada tenía que ver con esas protestas. A eso hay que unirle las cifras absolutamente inverosímiles de heridos (siempre la mayoría son policías, qué cosas, y eso que ellos no escatiman en porras y pelotas de goma), las cifras completamente increíbles de manifestantes (siempre cuatro gatos, para las autoridades), y la criminalización constante de la protesta que hacen desde la Delegación del Gobierno de Madrid (mientras que hay impunidad total para los que cometen abusos policiales) para concluir que es absolutamente fútil tratar de enterarse de nada por la vía de la grotesca y manipulada información oficial.
– Deploreibol
Tags: 22-M, Cifuentes, Madrid, manifestación, marcha de la dignidad, muleta-espada, policía
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March 22, 2014 Odio al hijo de Suárez
Nunca antes se había visto tal cosa: convocar una rueda de prensa para anunciar que el expresidente del Gobierno… no está muerto. Pero que morirá pronto. En 48 horas probablemente. Aunque eso “está en manos de Dios”. Y el que lo dice es el hijo del interesado.
Nunca había visto una grotesca falta de respeto tal a un padre que se muere (dejemos al margen por un momento quién es Adolfo Suárez Senior). Lo que le ha hecho su repulsivo hijo no tiene más explicación que una de tres:
1- Es así de tonto. Esta opción tiene a su favor que este señor ha probado repetidas veces que es un completo imbécil. Quizá la mayor de todas fue cuando se le ocurrió, tras la muerte de un Guardia Civil en un atentado, lamentar que la víctima “ya no podrá disfrutar de las cebollas rellenas de su querida Sama de Langreo”.
2- Quería tapar la información que ese mismo día sacaba Público referida a sus maniobras para arrebatarle el título nobiliario a su sobrina, maniobras que pasan por pedírselo al Rey en una carta patética. Si esto es lo que ha sucedido, es incalificable servirse de la agonía del propio padre para hacer de cortina de humo.
3- Quería tapar la llegada a Madrid de las multitudinarias “marchas de la dignidad” llegadas de toda España para denunciar el destrozo que se está haciendo a las vidas y a los derechos de millones de personas. A favor de esta teoría juega que nadie (ni el Gobierno ni la Casa del Rey) haya parado la demencial rueda de prensa. Esto supondría, ni más ni menos, que el Ejecutivo ha querido servirse de Suárez Senior en sus últimos momentos para contribuir a la estabilidad de la democracia de pantomima que él mismo contribuyó a montar, usando grotescamente a una persona a las puertas de la muerte con la complicidad de su hijo. Parece monstruoso, pero el PP ha demostrado repetidas veces que no hay nada tan infame que no se rebajen a hacer, como seguir dando pábulo, en 2014, a la “teoría de la conspiración” sobre los atentados del 11M.
Sea cual sea la buena, está claro que Adolfo Suárez Illana es un impresentable. Un digno fruto de la Transición, por otro lado: que este inútil novillero parásito aristócrata pijo haya sido candidato del PP a la presidencia de Castilla-La Mancha (con deplorables resultados, por cierto) da una medida muy buena de la pasta de la que está hecha el sistema. Su única virtud es ese pelazo que tiene, que -por otro lado- parece de quita y pon, como el de los clics.
Por cierto, casi tan execrable como la rueda de prensa ha sido la cobertura hagiográfica que se han lanzado a hacer los medios de Suárez padre. Primero, es muy feo sacar obituarios y galerías de imágenes en tributo de alguien que TODAVÍA NO HA MUERTO, COPÓN. Y segundo, reflejar todas las luces y ninguna de las sombras de un personaje que estuvo en el régimen anterior más a gusto que un arbusto no es dar una visión completa. Seguro que hay un equilibrio feliz entre titular “Otro franquista que muere en su cama” y los encomios grotescos que estamos leyendo estos días, como si hubiese sido un rebelde visionario y no el Secretario General del Movimiento.
Un episodio patético de principio a fin. Para ser tan pro familia, estos conservadores humillan bastante a sus padres al final de su vida.
– Deploreibol
Tags: 11-M, 22-M, cebollas rellenas, Illana, Suárez, transición, Walesa
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March 16, 2014 Prendas que amo (I): Chándal y riñonera
Quizá os resulte soprendente de un cursi como yo, pero una de mis prendas favoritas es el chándal. Como buen repipi al que no le gustan los deportes, pasé toda la infancia y juventud sin ponerme jamás uno; el primero que tuve lo compré hará como 10 años, a los veintipico. Lo compré para hacer deporte, y me ha acompañado siempre en ese cometido: las siete u ocho veces que he salido a correr desde entonces, lo he llevado puesto.
En la selfie anterior, en la que se me puede ver entrenando, se aprecia perfectamente lo que más aprecio del chándal: la comodidad. Yo, que era siempre de ir vestido de calle por casa hasta el momento de ponerme el pijama para irme a dormir, he descubierto en el chándal un nuevo mundo de confort y relax.
Pues lo dicho, comodísimo para estar en casa y muy apropiado para todo tipo de actividades que no sean ir a una recepción en la embajada: hacer la compra, ir a por el periódico… El único inconveniente que le veo a esta magnífica prenda es que no puedes llevar apenas nada encima, porque sus bolsillos son ridículos y poco prácticos; por eso, viene la segunda pieza que -a pesar de ser denostadísima- me encanta…
Está claro que el hombre primitivo, cuando inventó el chándal, no necesitaba llevar encima tantas cosas como los humanos de hoy en día: el teléfono, las llaves de casa, el tabaco para echar un pitillo después de la carrera, la barrita energética para comer en el parque y hacer creer al resto de los runners que eres un profesional de esto del correr… Así que los bolsillos de los chándales son insuficientes y hemos de complementarlos; no hay nada de qué avergonzarse: es legítimo en estos casos llevar riñonera.
Sin más, animaros a que hagáis como yo: abandonad prejuicios estéticos y sumergíos plenamente en el mundo de la confortabilidad (como dicen los periodistas). Hacedme caso; abajo la ropa incómoda, arriba el chándal y la riñonera. Aunque lo neguéis, sabéis que estáis deseando usarlos, en lo más íntimo de vuestro ser.
– Deploreibol
Tags: chándal, confort, deporte, jerga periodística, riñonera, running, selfie
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March 6, 2014 Lo que no te cuentan de tener un perro
Hace más de tres años que tengo perra, y tengo que decir que fue una decisión soberbia: te da cientos de satisfacciones, y además das una oportunidad de vivir mejor a un ser desvalido y cariñoso (yo adopté, que es lo que aconsejo). Pero es verdad que hay cosas que nadie te dice que vas a tener que afrontar cuando decides coger un perro. No me refiero a lo de sacarlo de paseo tres veces al día: si eso te da pereza a priori, ni te plantees tener un can; hablo de otras cosas más sutiles con las que hay que aprender a convivir. Aquí van tres:
1- LOS PELOS
Mi perra es pequeña y tiene el pelo corto ¿Qué cantidad de pelos es capaz de soltar este animal? ¿Pocos, verdad? PUES NO. Si te planteas pillar un perro, has de mentalizarte a convivir con pelos en todos los puntos de tu hogar, de tus posesiones, de tu cuerpo. Pelos por el suelo, que te obligan a barrer el doble o el triple de lo que harías habitualmente si no quieres que tu casa parezca el decorado de una peli del Oeste.
Los pelos de perro tienen la propiedad de deslizarse hasta los rincones más recónditos y colonizar todos los espacios. Habrá pelos en tus cosas (según escribo esto, estoy viendo media docena de pelos en la pantalla de mi portátil, que no me molesto en quitar porque p’a qué). Pelos que aparecen en todos los rincones de tu cuerpo, aunque no toques al perro, aunque vistas un burka: en tu ombligo, en tus ojos, entre los dedos de tus pies. Pelos en la superficie de un CD que no has abierto en seis años. Pelos que se posan en tu cena en el breve trayecto que hay entre tu cocina y la mesa en la que comes.
2- LAS FACTURAS DEL VETERINARIO
Como los niños, los perros son repositorios de toda clase de enfermedades. Al contrario que los niños, los perros no hablan ni te dicen dónde les duele: se limitan a no comer, poner cara de abatimiento y mirarte con ojos de pena, con lo que hay que hacerles toda clase de pruebas (que cuestan dinero) para saber qué les pasa. Además, según mi experiencia, los males les suelen dar los sábados a altas horas de la madrugada, así que a las abultadas facturas en las clínicas veterinarias hay que añadir el sobrecargo de “la guardia” o “festivo”. Pasta, pasta, pasta. Jóvenes: En estos tiempos de crisis, si no sabéis a qué dedicaros, os recomiendo encarecidamente estudiar Veterinaria, porque los dueños de animales nos quitamos de todo para garantizar que nuestro chusquel esté saludable.
Ahora en serio: me he gastado más dinero en la salud del perro en estos tres años que en la mía en mis treinta y pico. A mí me dan pavor los médicos, pero voy corriendo al veterinario cada vez que Kira parpadea raro, así que se dan las situaciones más gilipollescas: no me han medido la tensión en mi vida, pero a mi perro le han hecho una limpieza dental de 200 euros, como si fuese una estrella de Hollywood.
3- VIGILAR TU COMIDA
Cuando no eres dueño de perro te puedes permitir comportamientos como estos: dejar descongelando el pollo en la mesita; llevar una magdalena a la mesa y darte la vuelta a buscar el café; que se te caiga un pedazo de chocolate al suelo y pensar “bueno, cuando termine lo que estoy haciendo lo recojo”.
Olvídate de eso.
Cuando tienes un perrito NUNCA puedes dejar de vigilar la comida, porque ellos no lo hacen, y están esperando cualquier momento de distracción para hacerse con ella. Si te parece que no pasa nada porque de vez en cuando se lleven un bocado furtivo de algo, conviene que sepas que hay alimentos que son muy peligrosos para los perros (como el chocolate o las uvas); y además, qué cojones, lo que faltaba es que el perro te mangase la comida. En fin, que cuando tienes perro desarrollas un sexto sentido que ya no te abandona y que te hace estar siempre alerta para que los alimentos no estén nunca donde el perro puede alcanzarlos.
En fin, que recomiendo mucho tener perro (¡adoptado!), aun con estos incovenientes. ¿Cómo? ¿Que cómo es mi perra? Aquí va:
¡ACTUALIZACIÓN!: La adopción de un perro puede traer consigo complicaciones que no deben tomarse a la ligera. En un artículo de su blog en respuesta a éste, el amigo @Aloisiusblog pone negro sobre blanco algunos de estos potenciales problemas y argumenta a favor de comprar (siempre en un sitio con garantías, claro). Les recomiendo leerlo, es muy interesante. El fondo de la cuestión, para mí: si quieren hacerse con un perro, conózcanse a sí mismos, conozcan los problemas y ventajas de las diferentes alternativas y decidan en función de eso.
¿Será posible? ¿Habían pensado leer alguna vez en mi blog un llamamiento a la -glubs- responsabilidad?
– Deploreibol
Tags: adopción, gastos acojonantes, Kira, pelos everywhere, perro, veterinario
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March 5, 2014 Odio montar en ascensor
Hola, amigos; odio montar en ascensor con todos y cada uno de los átomos de mi ser. Pero no lo odio porque sea claustrofóbico, o porque tenga miedo a que se caiga, nada de eso; lo odio porque la gente no sabe ir en ascensor, y me enerva su mala educación y sus absurdos comportamientos que me hacen perder tiempo y ganas de vivir. Para no eternizarnos, he aquí una rápida guía de cómo ha de comportarse uno en un ascensor:
* QUÍTATE DE LA PUERTA: Cuando uno espera al ascensor, ha de quedarse a un lado de la puerta, no situado justo delante de ella. ¿Obvio, no? ¿De cajón, no? Pues no. Da un poco de vergüencita ajena tener que decirlo, pero como la gente no lo hace, será que no queda claro: HAY QUE DEJAR SALIR A LOS QUE ESTÁN DENTRO DEL ASCENSOR ANTES DE ENTRAR, HOSTIA.
* EL QUE ESTÁ MÁS CERCA DE LA PUERTA, SALE PRIMERO: Nada hay que me reviente más que, cuando un ascensor lleno llega a su destino, que la gente que está más cerca de la puerta empiece a invitar salir a otros, haciendo aspavientos, en vez de salir ellos mismos. Esa presunta cortesía no es más que mala educación y vanidad disfrazadas: el gesto más cortés que puede tener uno cuando está delante de una salida es SALIR Y DEJAR EL PASO EXPEDITO A LOS DEMÁS, COJONES. Desde luego, no hace falta dejar salir a las damas primero; eso es condescendiente, carca, paternalista y vomitivo. Tampoco le haces un favor al cojo, al anciano o a la embarazada montando un tumulto dentro de un ascensor atiborrado para que salgan antes que tú; cuánto mejor sería que despejases el panorama, que los que van detrás ya saldrían con fluidez y sin chorradas.
* EN EL ASCENSOR NO SE HABLA: La manía que tiene la gente locuaz de aprovechar cualquier momento para darle al pico con cualquier chorrada me deja pasmado. De nuevo, estamos ante un caso de falsa buena educación: el dicharachero piensa que es un agravio no hablar con alguien con el que estás en un espacio pequeño. Pero precisamente lo amable y considerado es NO hablarle: hay mucha gente tímida, taciturna o sencillamente que no quiere hablar, y al interpelarles en un sitio cerrado y del que no tienen escapatoria les estás molestando. La actitud idónea a mantener en un ascensor es, en mi opinión, un “hola” mascullado al entrar, un “hasta luego” furtivo al salir y la mirada perdida en el infinito durante el trayecto.
Por supuesto, huelga decirlo, cuando el ascensor está lleno y tú vas con alguna amistad, las conversaciones entre vosotros han de hacerse en el tono más bajo posible y han de evitar asuntos tales como vasectomías, hazañas sexuales o vulgaridades incluso peores, como el tiempo que hace.
* CUANDO HAY ALGUIEN ESPERANDO AL ASCENSOR, NO LE DES AL BOTÓN OTRA VEZ: Se supone que la persona que ha llegado antes ya ha pulsado el botón para que venga; si tú le das, poco menos que le estás llamando “gilipollas” a la cara.
Si todo el mundo cumpliese con esta sencilla guía, que por otro lado es de sentido común, todos seríamos mucho más felices y nos ahorraríamos un estrés innecesario.
– Deploreibol
Tags: ascensor, cortesía, educación, genocidio, respeto, urbanidad
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March 2, 2014 El cigarrillo electrónico: ventajas e inconvenientes
Hola, amigos. Como sabréis los que me seguís en twitter, llevo un tiempo lloriqueando sobre el tema del cigarrillo electrónico (tres semanas, en concreto, desde que me lo compré para tratar de dejar el tabaco). En ese tiempo, sólo he usado el nuevo trasto, y no he fumado ningún pitillo. ¿Son 21 días tiempo suficiente para dar un juicio ponderado de las ventajas e inconvenientes de estos trastos? Probablemente no, pero esto es Deploreibol, no un tribunal democrático y con garantías. Aquí se pasa sentencia rápido, y el veredicto es parecido siempre.
Sin más, vamos a las ventajas:
* Menos efectos: a la espera de que la ciencia deje claro cómo de malos son los cigarrillos electrónicos en relación con los normales, tengo que decir que uno duerme (y se despierta) infinitamente mejor que cuando fuma los tradicionales, y que todos los esfuerzos físicos son mucho más fáciles que cuando le das al pitillo de siempre: echar una carrera o, cosa que hago mucho, subir una escalera…
* Más barato: De momento, es verdad lo que me dijeron en la tienda: por el precio de un paquete, con el cigarrillo electrónico fumas más o menos lo equivalente a un cartón. El precio del trasto en sí es caro (40 euros o así), pero en teoría ese gasto es una vez; luego hay que reponer solamente los líquidos que hacen de tabaco, y ocasionalmente la pieza que hace de filtro (más sobre esto luego).
* Menos pesados: Como sabréis los que sois de Madrid, es imposible dar veinte pasos en esta ciudad llevando un pitillo en la boca sin que algún jeta venga a pedirte uno. Así que una de las ventajas no menores del cigarrillo electrónico es quitarte de enmedio a estos pelmas; por lo menos, hasta que se sofistiquen y empiecen a usar ellos también el cigarrillo electrónico.
Pero ojo, que no todo el monte es orégano. A pesar de que el cigarrillo electrónico me ha permitido ganar en salud, dinero y tranquilidad, atentos a estos inconvenientes:
* Vapear: Sí, queridos; inhalar y exhalar el vapor del cigarrillo electrónico no se llama “fumar” (del latín fumus, “humo”) sino “vapear” (del hitita vaphos, “nombre ridículo e irrisorio”). Así que despedíos del encanto del fumar, tal y como nos lo han vendido incontables películas y canciones a lo largo de los años; ahora hay que hablar de “vapear”, término que a uno le hace sentirse como un tonto cada vez que lo utiliza.
* El resto de la jerga: He destacado “vapear” porque es el nuevo verbo, pero no te creas, que las partes del cigarrillo electrónico también tienen su aquel:
Por lo que he visto por ahí, el “claromizador” (término tétrico donde los haya) está compuesto por un “atomizador” y un “vaporizador” (palabros de peli de ciencia ficción de serie B); además, por lo visto al depósito de liquidillo se le puede llamar “tanqueta” (¡horror!). Y parece que no se ha encontrado mejor palabra para el líquido que vapeas que “líquido”, lo cual es un poco decepcionante. A todo esto, naturalmente, ya no hay que llevar encima un mechero, sino un alimentador, porque…
* La batería: … el gran problema del cigarrillo electrónico es que, como los teléfonos móviles modernos, tiende a quedarse sin batería rápidamente y sin avisar. Ojo con esto, que si te da el mono y se te queda sin batería el trasto, igual acabas recayendo en el tabaco normal.
Dicho esto, a mí de momento me está yendo bastante bien, en comparación con lo de fumar un paquete de tabaco diario: menos malestar, menos gasto de dinero. La aspiración (qué palabra tan poco oportuna) es dejar también el cigarrillo electrónico, claro, pero eso ya os iré contando cómo va. El vapear se va a acabar. Antes o después. Espero.
– Deploreibol
Tags: cigarrillo electrónico, claromizador, fumar, metro, Pedro Jota, tabaco, vapear
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February 24, 2014 Odio las chorradas de las cajas de galletas
Nos mienten en el trabajo, nos engañan en el parlamento, nos estafan en la tele y también nos cuentan milongas en las cajas de galletas, joder. Ayer fui al supermercado a comprar galletas, y pillé de dos tipos. Las primeras, éstas:
¡Quieto, león! Aunque las galletas se llaman “Digestive”, si giras la caja y miras donde pone la información del lote y la dirección de la empresa (es decir, donde no mira nadie) verás que “digestivas”, lo que se dice “digestivas”, no tienen por qué ser…
Vaya toalla. Se ve que la ley permite hacer estas cosas. A partir de ahora, me voy a presentar a la gente como “Ministro”; eso sí, cosiéndome en el interior del calcetín derecho una etiqueta que diga “La palabra Ministro no significa que Deploreibol sea miembro del Gobierno de España”. Transparencia.
Ya sabéis: si os cae mal vuestro jefe, llamadle “caraculo”; cuando llegue el juicio por despido, podréis utilizar como defensa que la palabra “caraculo” no implica en ningún caso que su aparato excretor esté directamente localizado en su cabeza. La culpa es de él, por entenderlo mal, así que os tendrán que pagar una indemnización cuantiosa y readmitiros en el puesto de trabajo. Si el tema de las nomenclaturas vale para que las grandes empresas se salgan con la suya, valdrá también para los curritos ¿no?
Vamos, digo yo.
En fin, las otras galletas son éstas:
En este caso, el problema es de sobrecompensación. A la pregunta de “¿cómo de orgánicas son unas galletas Organic?” la respuesta que da la empresa es “pues la hostia de orgánicas”, o más bien, “biológicas”. Leed:
Ehhh… “biológico”… ¿por oposición a QUÉ? Una pregunta que pueden responder a los comentarios los que sean de ciencias; yo, que soy de letras, lo que puedo decirles es que me parece que se les ha ido un poquito la mano con lo de “biológico”. Por otro lado, si escriben “esológicas” y “harine”, no sé yo si fiarme.
En conclusión, que sepan que si fabrican galletas, uno puede:
– Ponerles el nombre que les de la gana, aunque nada tenga que ver con el producto.
– No cortarse un pelo a la hora de utilizar las palabras “orgánico” y “biológico”.
Así que nada, disfruten de mis galletas:
– Deploreibol
Tags: bio, digestivo, galletas, márketing, Montoro, orgánico
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February 16, 2014 Odio a Bankia
Ya he tratado otras veces la sinvergonzonería y el descaro de este impresentable banco, pero esta vez Bankia ha colmado el vaso de mi paciencia. Hace unas semanas, repasando mis cuentas de 2013, caí en que estos piratas:
* Han estado cobrándome comisiones por transferencias de Bankia a Bankia desde el pasado agosto. Es decir, cada vez que pago el alquiler a mi casera, me levantan 50 céntimos.
* Han estado cobrándome una comisión por cada compra por internet que he hecho con la tarjeta de débito desde el pasado octubre.
* Y, para colmo del escarnio, sacan ahora una campaña por la que, si domicilias tu nómina en Bankia, te quitan todas las comisiones. ¿Te das cuén? Mientras que a los que la tenemos domiciliada desde hace años nos las colocan subrepticiamente para sisarnos donde puedan. Descojónate, por cierto, con el nombre de la campaña:
Así que he decidido cambiarme de banco. No es que los otros sean menos piratas; tampoco es por la cantidad de dinero que me han soplado con estas comisiones intempestivas (aunque cerca de cinco euros desde agosto pasado YA ESTÁ BIEN); es una cuestión de principios. Estoy seguro de que Bankia estará de acuerdo en que hay que obrar de acuerdo con tus principios.
En fin, qué difícil es esto. Ha sido una relación larga, de más de 10 años, pero tenemos que dejarlo aquí. Me vienen a la cabeza tantos recuerdos… Empezamos cuando la mafia del Gobierno madrileño me obligó a abrirme una cuenta con vosotros, porque los pagos de matrícula en la Complutense sólo podían hacerse desde Caja Madrid o Santander; a lo largo de los años habéis intentado calzarme vuestros productos basados en el miedo (seguros, planes de pensiones…), vuestras líneas de crédito a un interés abusivo y vuestras ruinosas acciones (intentasteis colocármelas varias veces antes de que salieran al público al precio de 3,75 euros por título ¿os acordáis, mamones?). Y ahora, lo que me faltaba, es que empecéis a esquilarme subrepticiamente. Así que… adiós. No soy yo, eres tú.
– Deploreibol
Tags: bancos, Bankia, comisiones, Goirigolzarri, márketing
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January 12, 2014 Feliz 2014 y repaso de 2013
¡Hola, amigos! Sé que ya es un pelín tarde, casi mediados de enero, pero me gustaría felicitaros el 2014 y poner un balance del año 2013 (tal y como hice el año pasado) a partir del informe anual sobre el blog que me envía wordpress. Ya sabéis que ese informe tiene dos hitos: el número de visitantes que ha tenido el blog y los términos de búsqueda más utilizados para llegar a él.
En cuanto a los visitantes, este año han sido 12.000, a lo que -como siempre- los amigos de wordpress añaden una comparación traída por los pelos. Curiosamente, la comparación este año ha sido operística: “Si [tu blog] hubiese sido un concierto en la Ópera de Sydney” -dicen- “habría requerido cuatro funciones completas para que tal número de gente lo hubiese visto”. Yo me pregunto si no hubiese sido más acertado comparar mi blog con el Teatro Real de Madrid.
En cuanto a los términos más utilizados en los buscadores para llegar a mi blog, algunos recordaréis que en 2012 la mayoría de los visitantes llegaron buscando “paquetes de ciclista” o cosas de ultraderecha (“Valle de los Caídos”, “Aurora Dorada”). Os alegrará saber que este año se mantiene esa tendencia: Las palabras más usadas han sido “deploreibol” (esa no cuenta), “paquetes de ciclistas”, “gibraltar español”, “león y águila” y “odio los tatuajes”.
Pero esto es lo que hay, y si es lo que la gente que busca mi blog quiere, habrá que complacerles. Así que, sin más, ahí va mi felicitación de año nuevo combinando todas las cosas que os gustan, desde los paquetes de ciclistas hasta los leones y águilas, pasando por los tatuajes y Gibraltar español:
Tags: año nuevo, ciclistas, Gibraltar español, paquete, Teatro Real
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December 29, 2013 Odio a los acaparadores
La crisis, ya sabéis: la tarta es cada vez más pequeña, los recortes van laminando lo público… y deberíamos saber compartir esos recursos menguantes entre todos. Pero no: en tiempos de escasez, siempre tiene que venir el egoísta de turno a llevarse cuanto más, mejor, y que le bomben al resto. ¿Que de qué estoy hablando? De los que se llevan a puñados las bolsas para cagadas de perros que el Ayuntamiento de Madrid pone en las papeleras, claro.
Caraduras que se llevan estas bolsas gratuitas los ha habido siempre, pero ahora se nota más porque hay menos bolsas disponibles. Y es que en este terreno también hay recortes: el Ayuntamiento deja pasar más días ahora entre recarga y recarga, con lo que las bolsas se agotan antes. Esto no lo verás en los periódicos: mucho hablar de educación, de sanidad, pero de los ajustes en bolsas para perros ¿qué?
Pocas veces he podido ver a uno de estos acaparadores en acción; se ve que procuran cometer sus crímenes cuando no hay nadie cerca. Nocturnidad y alevosía, encima. Propongo para ellos el mismo trato que se da a los acaparadores en tiempos de guerra:
Lector, si eres uno de estos acaparadores, reflexiona: las bolsas son de todos. Para eso pagamos impuestos: para que los que tenemos perro tengamos subvencionada la recogida de sus heces. Vamos, uno de los pilares clave del Estado de Bienestar, junto con las pensiones.
– Deploreibol
Tags: ajustes, Ayuntamiento de Madrid, mascotas, perros, recortes
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