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Lo deploro

Un tanque es la mejor solución.

Tag Archives: Leiva

Hasta hace poco me parecía una cosa absurda cubrirse la cabeza, pero uno ya no tiene todo el pelo que le gustaría tener, así que va volviéndose imprescindible contar con un poco de protección so pena de cogerse un catarro de lo más absurdo. Así que, por necesidad, me veo obligado a ponerme un algo en la testa, no sin lamentarlo mucho, porque todos los modelos disponibles en el mercado tienen -en mi opinión- graves inconvenientes.

Por ejemplo, este gris no pega con mis ojos

Por ejemplo, este gris no pega con mis ojos

Dicho esto, vamos a intentar una clasificación de los gorros en dos grandes categorías: tolerables (los que me podría poner yo en caso de mucho frío) e inaceptables (debajo de los cuales no me busquéis). Vamos primero con los tolerables.

1 – El gorro de nieve normal

Éste me parece aceptable porque es una prenda sencilla, discreta y funcional. No llama la atención ni es algo grotesco. Sirve exactamente para lo que fue pensado:

Protegerte del frío cuando vas a recoger la metadona al dispensario

Protegerte del frío cuando vas a recoger la metadona al dispensario

Problema que yo le veo (aparte del estigma de que, en las pelis, le ponen uno de éstos a todos los yonquis): que pica. Hay mucha superficie de contacto con la piel y el roce hace que sea incómodo. Vamos, eso, o yo tengo la epidermis muy delicada.

Pero no creo, porque mi amiga Sissí dice que a ella le pasa igual

Pero no creo, porque mi amiga Sissí dice que a ella le pasa igual

2- La gorra de abuelo

La de toda la vida, vamos. A este señor, por ejemplo, le queda muy bien:

No te jode

No te jode

Problema que yo le veo: que es de abuelo. Y así como yo no soy lo que se dice juvenil, tampoco tengo edad para ir a dar de comer a las palomas, luego echar una partidita de petanca, y de vuelta a casa pasarme por el quiosco a comprar “El Alcázar”.

"Si no tiene 'El Alcázar' déme el 'Arriba', don Damián, que no me importa"

“Si no tiene ‘El Alcázar’ déme el ‘Arriba’, don Damián, que no me importa”

3- La capucha

Ésta la encuentro muy práctica, porque va pegada a la sudadera, y no hay más que echarla para atrás o para adelante en función de las condiciones meteorológicas, sin necesidad de pensar, cuando entras en un edificio, “¿y ahora qué hago yo con el gorro?”

Además, está muy bien para llevar la navaja para cuando te cansas de la metadona y necesitas algo de pasta para comprar caballo del bueno

Además, está muy bien para llevar la navaja para cuando te cansas de la metadona y necesitas algo de dinero para comprar caballo

Problema que yo le veo: que es como muy juvenil. Y así como no soy yo un vejestorio, tampoco tengo edad para ir por ahí tirándole piedras a la policía en manifestaciones de estas de perroflautas, en las que la juventud incontrolada agrede con violencia a las fuerzas de seguridad del Estado, que ejerce su labor con contención y ejemplaridad, empleando sólo la fuerza precisa para garantizar la integridad física de los ciudadanos.

Y siempre tratando a la gente de acuerdo con los principios de la dignidad y los Derechos Humanos

Y siempre tratando a la gente de acuerdo con los principios de la dignidad y los Derechos Humanos

Estos tres son los únicos modelos de protección capilar que yo utilizaría ¿Cuáles son los inaceptables? Bueno, para no eternizar este post, una clasificación sumaria:

1- los sombreros de ala, que han sido monopolizados por los modernos, y por lo tanto quedan inutilizables para el resto de la población…

Sospecho que su música (nunca le he oído) me gustaría tanto como su estética

Sospecho que su música (nunca le he oído) me gustaría tanto como su estética

2- La gorra, que siempre me ha parecido una aberración antiestética…

Aquí, la cúspide de la elegancia

Aquí, la cúspide de la elegancia

3- Y los gorros de nieve “especiales”, como los que llevan pompón y trenzas. Y con esta imagen, no tengo más que decir…

...salvo "arg"

…salvo “arg”

– Deploreibol

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Esta mañana he tenido que volver corriendo a casa después de intentar leer el periódico en una cafetería, espantado porque no podía aguantar ni un segundo más las horribles canciones de pop español que estaban poniendo. Menuda tralla más insoportable. Aviso que no sé nada de los grupos ni de las canciones de más éxito, porque todas me parecen iguales (y horribles), pero quizá por eso se puedan señalar unos cuantos rasgos que me parece que hacen que todas las canciones de este estilo suenen igual de (horriblemente) mal.

Así que, amigo lector, ahora que te acabas de comprar una guitarra y te ha crecido el pelo hasta el punto justo en el que parece que una cigüeña ha anidado sobre tu cabeza, si has practicado en el espejo durante horas hasta lograr asentar en tu cara un rictus permanente de superioridad intelectual y cansancio vital, si, en una palabra, ya lo tienes todo para ser una estrella del pop español salvo las canciones, sigue estos consejos que te da tu amigo Deploreibol para al menos diferenciarte en algo del resto de la manada. Sigue, digo, estas recomendaciones de alguien que no es capaz de distinguir la Oreja de Van Gogh del otro de la canción de las zapatillas (¿Leiva? ¿Pereza? ¿Son Leiva y Pereza lo mismo?) y te aseguro una carrera próspera y duradera.

Como dijo aquel genio / esta vida en un suenio

1- NO uses las mismas palabras de siempre

Si hay algo que contribuye a que el pop español suene todo igual es la querencia por usar todo el rato las mismas palabras. Para evitar ese problema, aquí va una lista de términos prohibidos para el aspirante a escribir algo que suene distinto:

Se pueden incluir más, como “genio” y “suenio”

El briconsejo: no escribas como habla un cura, ni como piensa un cura, que es lo que nos pasa a los españoles por defecto después de siglos de machaque de la presente religión. Es decir, fuera las palabras abstractas que no significan nada (“realidad”, “inmensidad”, “eternidad”…), fuera las palabras abstractas que, de tanto usarse, han perdido sentido (“amor”, “deseo”), y fuera todas esas historias sórdidas, de drogas y sexo, que al que las escribe y al sacristán de una parroquia le deben parece el colmo de la rebeldía, pero que son en realidad bastante aburridas y penosas.

2- NO cantes en ESE tono de voz

Ya sabéis a cuál me refiero, ese asqueroso tono de voz que utilizan todos los cantantes pop españoles. Es difícil de describirlo de palabra, pero suena a la vez meloso y quejumbroso, como si cantaras a través de un clarinete. No digo yo que haya que cantar como se habla, pero quizá utilizar OTRO tono no estaría mal, en vez de parecer todos gatos golosos.

Es el tono de voz que se corresponde con esta cara

3- NO cantes en inglés si no sabes

Porque muchos lo hacen, y es horrible. Horrible. Ya que vas a cantar sobre los sueños, el amor y la realidad, masacrando la lírica, hazlo al menos en español, para no afrentar de paso también al idioma inglés. ¿Cómo sé si hablo el inglés lo suficientemente bien como para cantar en esa lengua? Muy fácil, tienes que hacer el Test Emilio Botín. Mira este vídeo del jefazo del Banco Santander. Si hablas inglés como él, NO LO HAGAS.

Sí, jajajaja, pero esa campanita vale más que tu sueldo anual

4- NO uses ESOS acordes

Esos. Sí, esos. Los que se aprenden a los 15 segundos de coger una guitarra. Cúrratelo un pelín más.

Si se prohibieran estos acordes, la historia del pop español quedaría reducida a dos canciones

Siguiendo estos cuatro pasos, te garantizo que innovarás increíblemente el panorama musical del pop patrio, y a la vez cosecharás un sonoro fracaso comercial. Serás un cantante maldito, que es algo bastante mejor que ser un maldito cantante.

– Deploreibol

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