November 7, 2012 Odio a la gente que se para al andar
Seguro que os ha pasado: tú vas andando tranquilamente por la calle o por un pasillo, marchando en línea recta con intención de llegar pronto a tu destino, y de repente ¡paf! te pegas una leche contra un tarugo que se ha quedado parado delante tuyo sin avisar y sin ningún motivo. Odio esta movida.
Atención, que lo que me enerva es la gente que se para de pronto SIN RAZÓN. No hablamos aquí de los que se detienen antes de cruzar una calle por la que pasan coches, o cosas así: son los bobos a los que, por algún motivo, se les olvida que iban andando y se quedan quietos.
Esto pasa mucho al cruzar umbrales: al entrar en una cafetería, o al salir de un ascensor, es frecuente que tenga delante algún imbécil que da dos pasos y se queda como un pasmarote delante de la puerta, mirando a su alrededor como si lo que viese fuese algo sorprendente e insólito.
Yo me pego buenas leches con esto, porque ando muy rápido; un rasgo evolutivo habitual entre los que hacemos vida en el centro de Madrid. Y es que éste es un lugar en el que si te quedas quieto un segundo empiezan a converger sobre tí locos contándote alguna movida, gente que pretende que dones dinero a alguna ONG, camareros que quieren meterte en algún restaurante, personas que te dan papelitos encomiando las virtudes de algún negocio cercano, mendigos pesados, perroflautas de esos que se acercan con mucha labia a ver si les echas algunas monedillas… En definitiva, pelmas que quieren tu dinero. Debe ser por la influencia espiritual del ministerio de Hacienda, que está ahí mismo, en Alcalá 9.
Bueno, que yo ando muy rápido, y por eso me trago cada dos por tres a uno de éstos que se para de pronto a mirar a las musarañas. Y lo que más me molesta es que parece que el que anda es el que tiene la culpa, y tiene que pedir perdón. ¿No te jode? Pero que no se diga que uno no es educado:
– Deploreibol
- 11 comments
- Posted under Cosas deplorables
Permalink # mictter said
Eso que cuentas tiene una solución sencilla y asequible: que todos los ciudadanos se coloquen una luz de freno en la nuca, para avisar al resto de la maniobra brusca que están a punto de hacer. Unos intermitentes tampoco estarían de más, pero visto el escaso uso que se hace en Madrid de los que llevan los coches, mejor los dejamos para la versión 2.0.
Me da un poco de pereza ponerme a redactar la patente, pero si alguien se anima nos ponemos en plan colaborativo y repartimos beneficios, por supuesto.
Permalink # pasalomoco said
HAHAHAHA, QUE COJONUDA IDEA
Permalink # deploreibol said
No está nada mal la idea. O instalarnos luces de freno en la nuca (para avisar de los frenazos), o cuchillos en la frente (para desincentivarlos). Hay que hacer algo para acabar con esta costumbre.
Permalink # Mara Jade Garland said
Juaaaas, una idea cojonuda
Permalink # Webvampírico said
A esto hay que unir una especie de versión 2.0 de esta molestia: ese grupo de amigos, conocidos o compañeros de trabajo que decide quedarse quieto en mitad de la acera formando un círculo que te obliga a rodearlos. Asisten con sonrisas incluso en sus rostros a tus esfuerzos para dar la vuelta educadamente en lugar de fusilarlos en ese mismo lugar y pasar por en medio.
No digamos nada de esa costumbre tan española de hacer tapón en la parte izquierda de una escalera mecánica provocándote el consecuente deseo de aprovechar tu camino descendente para descalabrar al que se ha quedado en medio de tu paso.
Permalink # deploreibol said
Lo de las escaleras mecánicas es PURA BARBARIE. Sólo he visto un sitio peor que España en este sentido: Grecia. En vez de tanta condicionalidad macro, en los Memorandum de Entendimiento deberían ponernos a los países rescatados el cumplimiento estricto de normas básicas de urbanidad.
Permalink # pasalomoco said
“se les olvida que iban andando y se quedan quietos.”
HAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHAHA.
Hermano y yo nos hemos reído mucho con esta entrada. Yo también ando muy rápido, soy un esquiva-ancianas.
Permalink # deploreibol said
Ah, el característico juego de cadera que hay que hacer para sortear a una anciana sin perder velocidad… estoy familiarizado con ello.
Permalink # Mara Jade Garland said
Y encima de que se paran como si de repente se les hubieran quedado pegados los pies al suelo, tú te los comes, te disculpas con tu sonrisa más encantadora y ellos ¡no dicen nada! Sólo te miran con cara de asco como si te estuvieran perdonando la vida. Joer, no pido que reconozcan que los culpables son ellos, pero por lo menos un “huy, no te preocupes”, un algo, ¿no? Que a mí me cuesta fingir la sonrisa en vez de pegarles un puñetazo, hombre
Permalink # deploreibol said
Sí, los de la cara de asco me ponen enfermo. Son los mismos que te miran mal cuando casi te sacas un ojo con una de las varillas de su paraguas, o los que te insultan cuando casi te atropellan al saltarse un paso de cebra con su coche. Qué gente.
Permalink # Odio las luces de navidad « Lo deploro said
[…] Como si no hubiera ya en esta ciudad suficientes pazguatos que se pasean por el centro de Madrid parándose espontáneamente a mirar a las musarañas, el Ayuntamiento ha decidido ir y fomentarlo. Así que ya sabes, si vas […]